La policía de The Kingston estaba desesperada persiguiendo a un malhechor por las calles oscuras. El sujeto les llevaba ventaja y podía perderse en cualquier momento entre los pasadizos. Sin embargo, un ciudadano tenía los ojos abiertos y se encontraba listo para ayudar. El caminante andaba con las manos en los bolsillos y no tuvo que hacer más que estirar su pierna para que el delincuente tropezara. Esto hizo que los agentes de policía lograran atraparlo y ponerlo ante los tribunales:
“Gracias al ciudadano que recientemente ayudó en un operativo policial”.
El ladrón nunca esperó toparse con ese pie que lo obligó a frenar su corrida…
Y lo gracioso, es que el héroe a pie siguió su camino después de haber hecho su acto de ayuda
Debe haber miles de héroes como él en las calles… Con el tiempo irán haciéndose más visibles.
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