Son muchas los mitos y leyendas que han nacido de la Amazonía y a veces parece imposible encontrar el límite entre la ficción del folclor y la realidad. Uno de los mitos de esta enigmática y maravillosa selva hablaba de un tal “río hirviente” que los españoles habían visto al explorar el lugar. Y parecía muy absurdo que algo así existiera en el Amazonas, pero recientemente, el geólogo peruano Andrés Ruzo lo encontró. No lo descubrió por primera vez, pues asegura que los indígenas lo conocían desde hace siglos atrás. Pero aunque no es un hecho nuevo para los indígenas, si lo es para nosotros; el lugar, ubicado en la Amazonía peruana (en un lugar llamado Mayantuyacu), nunca se había localizado oficialmente.
¿Por qué es tan sorprendente?
Usualmente, los río hirvientes están asociados con volcanes. Es claro que en el Amazonas no existen volcanes y tampoco en la mayor parte del territorio peruano. Que exista entonces un río de 6,24 kilómetros cuya temperatura alcanza los 86 ºC es un increíble fenómeno al que los indígenas llaman Shanay-timpishka, que significa “hervido con el calor del sol”. Una de las cosas que más le sorprendió a Ruzo fue precisamente su tamaño:
“Después de todo, no se necesita necesariamente un volcán, pero cuando no hay volcanes cerca, el tamaño usualmente no es tan grande”.
Pero el río no sólo es sorprendente, también es algo peligroso.
El geologo asegura que las altas temperaturas de este río son capaces de matar a cualquier animal que caiga adentro (algo que él ha visto varias veces). Esto, por obvias razones significa que no es el mejor lugar para relajarse y tomar un baño termal reconfortante. Pero hay algo más. Además de ser un lugar único en la escala global, tiene formas de vida que no se han visto en otros lugar.
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